El poroteo de la Ley ómnibus tiene a varios diputados seguidos de cerca. La central obrera pone su mirada en quienes están vinculados a los sindicatos pero que podrían votar con Milei. Los petroleros patagónicos protagonistas especiales.
En Azopardo mantienen vigente la idea de militar el rechazo a los mega proyectos de Javier Milei en diferentes planos. Una vez concretado el paro nacional y con la justicia habiendo fallado a su favor en su disputa contra el mega DNU, el camino que resta es el legislativo.
La cúpula de la CGT ya se reunió con los diferentes bloques por lo que tiene un primer pantallazo y con las regionales haciendo su parte, ahora miran con atención a 8 diputados que podrían traicionar.
El primer caso es casi una obviedad. Agustín Fernández, Gladys Medina y Elia Fernández de Mansilla, los diputados tucumanos que decidieron romper el bloque de Unión por la Patria y atrincherarse con el gobernador Osvaldo Jaldo.
«Ustedes han sido electos firmando un contrato social con el pueblo de Tucumán que los eligió para defender el ideario de la Justicia Social y el federalismo. Y es preciso que honren ese compromiso de cara a su responsabilidad institucional y a su pueblo y no se queden abrazados a aquellos tucumanos fieles herederos de la peor dictadura.», le pidieron desde la central obrera. Descuentan que los traicionarán.
También miran a los petroleros patagónicos, pertenecientes al movimiento obrero pero que ahora quedan articulando política con el oficialismo.
Se trata de Jorge «Loma» Ávila, el líder de los petroleros de Chubut y de Claudio Vidal, el petrolero de Santa Cruz que desde que fue electo Gobernador ya no es diputado nacional pero que tiene dos votos en la cámara en baja.
Los casos tiene similitudes y diferencias. Ambos actuaron como aliados de Juntos por el Cambio en los últimos comicios y articularon con ese espacio sus últimos pasos. Sin embargo la particularidad es que Vidal, ahora con responsabilidad de gestión, necesita fondos de nación que podrían volcar su determinación.
«Ávila a nosotros nos dijo que iba a votar en contra», le confirmó un importante dirigente cegetista a InfoGremiales. Aún así nadie está del todo convencido de lo que hará el chubutense. Persisten las dudas por la ernome cantidad de intereses cruzados que están en juego.
Más miedo da lo de Vidal. «Nos dijo que podía tener problemas con los recursos y no nos garantizó nada», explicó otra fuente de la conducción de la central. El tufillo a traición sobrevuela en el aire. La posibilidad de que la derrota la propinen votos de extracción sindical sería un golpe difícil de asimilar.
Por último miran a dos de los legisladores de Javier Milei que deberán levantar la mano y podría ser decisivos.
Se trata de Pablo Ansaloni, ex sindicalista de la UATRE, y Carlos D’Alessandro los diputados que amagaron con armar la pata sindical libertaria en el esplendor de La Libertad Avazanza y que ahora deberán resolver si rompen lanzas con sus contactos sindicales o se alinean con ellos y le asestan un golpe al Gobierno.
Ambos se quejaron cuando se presentó el DNU incluso el propio D’Alessandro lo hizo en público: «Tendría que haber habido relación directa entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo para saber qué íbamos a tratar y cómo íbamos a recibir el DNU en la Cámara de Diputados. Pero no sucedió y me molestó que no se consulte al Poder Legislativo».
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