• Sectores de Caló, Moyano y Barrionuevo buscan mostrar fuerza ante el Gobierno
Por: Mariano Martín
Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, Antonio Caló
El Gobierno sumará esta semana un elemento de preocupación. Dirigentes de las tres fracciones de la CGT prevén organizar un encuentro para debatir cursos de acción frente a la falta de respuesta del Ejecutivo a las demandas comunes de todos los sectores. La reunión no implicará una reunificación en el corto plazo, pero reavivará los movimientos en ese sentido, al menos como mecanismo para llamar la atención del oficialismo.
Los contactos corren por cuenta de los gremialistas más distanciados del Gobierno de las tres versiones de la CGT: la oficialista, de Antonio Caló; la opositora, de Hugo Moyano, y la Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo. Los sindicalistas más radicalizados de cada sector comenzaron a hablar del lanzamiento de medidas de fuerza conjuntas, aunque los moderados coincidieron en señalar que antes buscarán agotar las vías de diálogo con los funcionarios del Gobierno.
Se trata de un reacomodamiento transversal. En la CGT de Caló el malestar está focalizado en los dirigentes con sus paritarias paralizadas por intransigencia del Gobierno. Entre ellos, Roberto Fernández, de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), y Omar Maturano, de los maquinistas de La Fraternidad. Por la central de Moyano las gestiones están a cargo del panadero Abel Frutos y de Juan Carlos Schmid, de Dragado y Balizamiento. En tanto por la Azul y Blanca el propio Barrionuevo y Carlos Acuña (estaciones de servicio) se pusieron al frente de las negociaciones.
Cada sector tiene un interés distinto. Los gremialistas del transporte que reportan a la CGT oficialista deben avanzar esta misma semana en sus negociaciones salariales. Como anticipó este diario, el planteo de acordar una suma fija equivalente al 20% para el primer semestre y luego negociar para la segunda mitad del año un incremento adicional en porcentaje en función de la inflación fue rechazado por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
El funcionario les advirtió a Fernández y a Maturano que el Gobierno no aceptará paritarias desdobladas por un eventual efecto contagio sobre otros gremios, en vista de que ese tipo de negociaciones sumaría incertidumbre en el mercado laboral. Tampoco cuajó hasta ahora una propuesta de firmar un aumento anual del 23% con una cláusula gatillo de reapertura en caso de una disparada de los precios.
Por el lado de las CGT de Moyano y de Barrionuevo, un acuerdo intersectorial les daría aire en su disputa con el Ejecutivo. El camionero, de hecho, hará este jueves junto al jefe de la CTA disidente, Pablo Micheli, una movilización al Ministerio de Trabajo con la misma agenda de reclamos del año pasado: baja en el Impuesto a las Ganancias, universalización de las asignaciones familiares, más fondos para las obras sociales y, sobre todo, paritarias libres. Esta tarde, en la sede de la CTA, Moyano y Micheli ofrecerán una conferencia de prensa para brindar detalles de la convocatoria.
Mientras, el gastronómico encontró en las negociaciones, de las que fue el principal impulsor, un renovado protagonismo luego de haber sido apartado por las otras dos CGT ante sus reiterados cambios de humor. Barrionuevo, de hecho, será en esa mesa el que más presionará por el llamado a un paro nacional antes de mitad de año. Con una medida de fuerza de esas características en vista resolvió no sumarse a la movilización de Moyano y Micheli y aguardar un eventual agravamiento de la relación entre el Ejecutivo y los gremios.
"De última nos vamos a tener que unir. Pero no para joder al Gobierno, sino para ayudarlo. Es necesario que nos sentemos en una mesa de diálogo social", le dijo a este diario Roberto Fernández, del sindicato de los colectiveros. El dirigente confirmó el encuentro intersectorial y hasta anticipó que en una segunda etapa podrían invitar a empresarios.
Acuña, de la Azul y Blanca, fue más allá: "Se trata de buscar la unidad no sólo en la acción. Mientras en Brasil, que tiene inflación baja, le sacan el IVA a la canasta básica, acá les sacamos el salario a los trabajadores vía Ganancias. Es el Gobierno el que nos lleva a la unidad".
El núcleo de coincidencias pasa por la inflación y por la presunción de que el Ejecutivo no logra conjurar el alza de precios a pesar de las medidas impulsadas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Ya la CGT oficialista había planteado de mínima una extensión hasta fin de año de los acuerdos de congelamiento de precios como condición para firmar paritarias con aumentos moderados.
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