El consenso de las tres CGT (Alsina, Azopardo y Azul y Blanca) se mantiene pese a las presiones de los sectores del oficialista Gerónimo Venegas, del bancario Sergio Palazzo y del Movimiento de Acción Sindical del taxista Jorge Omar Viviani.
A diez días del congreso unificador del 22 de agosto, el triunvirato de Juan Carlos Schmid de Marítimos, Héctor Daer de Sanidad, y Carlos Acuña de Garagistas, consensuado por Antonio Caló, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo para conducir la CGT, parece confirmado.
En este sentido, un vocero gremial confió a la agencia pública de noticias Télam que “la decisión de los tres secretarios generales de las CGT (Alsina, Azopardo y Azul y Blanca) es inamovible e innegociable, a pesar de las presiones que ejercieron Gerónimo Venegas, sectores que acompañan el bancario Sergio Palazzo y del Movimiento de Acción Sindical (MASA), cuyo principal referente es el taxista Jorge Omar Viviani”.
Pese a los esfuerzos conciliadores con el MASA, realizados por José Luis Lingeri, artífice de la devolución de aportes a las obras sociales, del estatal Andrés Rodríguez y del albañil Gerardo Martínez, no llegaron a buen puerto. Es que Caló, Moyano y Barrionuevo, se sienten ganadores con el triunvirato porque saben que tienen mayoría de congresales para la cumbre del 22 de agosto.
Según la fuente sindical, “las ofertas de los conciliadores fueron que los sectores disidentes al triunvirato se incorporarán a la nueva conducción, pero Venegas quiere la secretaría general; Viviani y el MASA pretenden lo mismo para el ferroviario Sergio Sassia y la Corriente Federal Sindical y el Núcleo-MTA, también reclaman la titularidad de la CGT para Palazzo”.
Tanto quienes promueven a Venegas, como a Sassia, no participaron del plenario del viernes pasado, pero sí asistieron los que postulan al bancario, entre otros Carlos Minucci (personal Superior de Energía); Pablo Biró (Pilotos); Horacio Ghillini (Sadop); Héctor Amichetti (Gráficos) y Víctor Carricarte (Farmacias) y el propio Palazzo.
Si bien la actitud de los “conciliadores” es “agotar todas las instancias para concretar una CGT reunificada con la mayoría de los sectores”, el objetivo también dependerá de los referentes de esas corrientes, si quieren sumarse o no. “Hasta el 22 hay tiempo”, dice la fuente.
Para algunos, aceptar en la futura conducción a Venegas, Viviani o Palazzo será difícil, pero hubo un dirigente que en el plenario de secretarios generales mandó un claro mensaje: “en la política, a veces, hay que tragarse sapos”.
Hoy la posición de Venegas, acompañado por gremios que estaban alineados con Moyano, es seguir insistiendo con su candidatura a secretario general a la CGT, lo cual está descartado.
Desde el MASA, donde conviven desde Viviani y Sassia con Guillermo Moser (Luz y Fuerza); Ricardo Pignanelli y Mario Manrique (Smata); Rubén Salas (Químicos); Norberto Di Próspero (APL) y Marcos Castro (Capitanes de Ultramar), entre otros, la estrategia predominante es la de no participar de la futura conducción.
El sector de Palazzo, por su parte, se encuentra más cercano a integrarse en la fusión sindical.
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