El secretario general del Sindicato Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), Rodolfo Daer, aseguró que de no alcanzar un acuerdo paritario habrá conflicto gremial y paros en las empresas del sector desde el 2 de junio.
El dirigente sindical realizó la advertencia al explicar que el gremio reclama en paritarias un aumento salarial del 30 por ciento, mientras los empresarios solo ofertaron un 17 por ciento.
“De no alcanzar un acuerdo el 2 de junio próximo, el gremio iniciará el plan de lucha con paros sorpresivos”, aseguró Daer, hermano del cotitular de la reunificada CGT, Héctor Daer (Sanidad) y ex secretario general durante dos períodos de la central obrera.
El dirigente gremial aseguró en declaraciones a FutuRock FM que respeta “la responsabilidad con la que actúan las conducciones de otros sindicatos”; afirmó que hay organizaciones “golpeadas” como consecuencia de “las políticas económicas de apertura indiscriminada del gobierno” y puntualizó que “es cierto que el Ejecutivo procura mecanismos para flexibilizar los convenios”.
“El gobierno procura generar mecanismos flexibilizadores de los convenios colectivos. El sector de la alimentación es sin embargo el menos golpeado porque no sufrió suspensiones ni despidos. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) determinó que la actividad fue la menos afectada por la crisis. Pero el gremio reclamará un salario que permita mantener el poder de compra a mayo de 2016 y un aumento del 30 por ciento, mientras los empresarios solo ofrecieron hasta ahora el 17 por ciento”, afirmó.
Daer explicó que en el encuentro paritario de ayer se avinieron a proponer una mejora salarial del 18 por ciento, lo que representó “una verdadera tomada de pelo y una falta de responsabilidad”.
A partir de la situación de conflicto, que se arrastra desde hace varias semanas, de forma oportuna el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, que expirará el 2 de junio próximo.
Daer ratificó ante los representantes de las cámaras que si “no se alcanza un acuerdo razonable para mantener el poder de compra se profundizará el plan de lucha con paros sorpresivos totales”.
En otro orden, el también secretario de Industria y Producción de la CGT negó que la central obrera y el gobierno hayan o estén negociando “un monto para el salario mínimo, vital y móvil”, y se pronunció por la necesidad prioritaria de discutir con el oficialismo “el modelo de país a construir a futuro”, explicó.
“Si el país que pretende el gobierno pasa por la apertura abrupta y exclusiva de las importaciones -como hasta ahora- para contener la inflación habrá despidos, cierres de establecimientos y salarios paupérrimos, y nadie podrá entonces negar esa realidad. Es preciso analizar cuál será la matriz productiva, porque la Argentina no puede ser solo una Nación agroexportadora sino también industrial y con empleo. Recién entonces el Consejo debería debatir alrededor del salario mínimo”, precisó Daer.
Por último, rechazó que la CGT “esté ausente” y subrayó que predomina “la política financiera o económica del Banco Central (BCRA), que es más rentable, porque se vive en plena bicicleta financiera, un disparate cuyas consecuencias se pagarán a futuro”.
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