Los referentes locales de la CGT y la CTA destacaron la unificación de las centrales después de 28 años. "Se construyó a partir de las regionales", afirmó Guglielmotti.
Las centrales obreras locales celebraron el regreso de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) al seno de la Confederación General del Trabajo (CGT) que se anunció en los últimas semanas.
El secretario general de la Regional Mar del Plata de la CGT, Miguel Guglielmotti, consideró que es un proceso que “va a fortalecer al movimiento obrero”.
“Entendemos que si en la política es ‘con todos’, en el movimiento obrero también es con todos. (Hugo) Yasky hizo una referencia muy precisa a que esta unidad, de alguna manera, se vino trabajando y construyendo a partir de las regionales. Y entendemos que es así. A veces, de abajo hacia arriba es de donde surgen las construcciones”, afirmó.
En la misma línea, opinó que “es un proceso de unidad que va a fortalecer al movimiento obrero y, para el país que se nos viene, es absolutamente necesario”.
El dirigente sindical resaltó el trabajo conjunto que en Mar del Plata vienen realizando las centrales obreras en los últimos años. “Es la unidad en la acción. Hemos hecho muchísimas actividades en conjunto. La relación es muy buena y creo que hay que seguir profundizando esos lazos de unidad para sellar un acuerdo definitivo que indudablemente va a pasar por nuestras estructuras nacionales. Entiendo que desde las regionales se va construir con mayor facilidad que a nivel nacional”, apuntó.
Respecto al proceso de unificación, el dirigente sindical de La Bancaria señaló que “tendrá que contemplar qué modelo sindical queremos y qué modelo de país queremos desde el movimiento obrero”. “Esas son cuestiones centrales que en este proceso tienen que quedar claras”, advirtió.
Guglielmotti también se refirió al rol que ocupará el sindicalismo a partir de a próxima gestión de gobierno y aseguró que será “muy importante”.
“Se habla de construir un pacto social donde el movimiento obrero tiene que estar presente y aportar sus distintas perspectivas. Es importante que de ese contrato social surjan políticas públicas para comenzar a evaluar políticas de aquí a diez años que empiecen a hacer resurgir a la Argentina, teniendo en cuenta que hoy hay que atender urgencias como el hambre de la gente”, finalizó.
“No es nada forzado”
La secretaria general de la CTA de los Trabajadores en Mar del Plata, Graciela Ramundo, valoró la unidad de las centrales y señaló que “era algo que se venía hablado hace casi dos años”.
“No nos toma por sorpresa porque se veía trabajando ante la necesidad el movimiento obrero por las políticas de ajuste que estaba llevando adelante este gobierno y la necesidad de organizarnos en una única central para tener más fuerza”, afirmó.
La sindicalista de la Ctera, remarcó que en los últimos años “venimos de estar juntos en la calle con las otras centrales obreras”. Y agregó: “No es nada forzado sino que es algo que se vino dando por necesidad y comprensión del momento histórico. Este es un gobierno que vino por todo, que vino a gobernar para unos pocos y que está dañando fuertemente a la clase trabajadora”.
De cara la formalización de la unificación de las centrales obreras, Ramundo consideró que se “inicia un nuevo camino y estimo que no se va a tardar mucho en formalizar la unidad”.
“La situación amerita una central unificada. Nosotros creemos que va ganar un gobierno nacional y popular que, al llevar políticas de redistribución del ingreso, va tener mucha disputa y se necesita de una central unificada. Y en caso de que gane un gobierno neoliberal nuevamente necesita una central fuerte para que no se avance sobre los derechos”.
Después de 28 años
El Congreso Anual Ordinario de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) aprobó el jueves “el regreso al seno de la Confederación General del Trabajo (CGT)”, luego de la ruptura y las divisiones producidas a partir de 1991, y respaldó la necesidad de refundar “el pacto social en la Argentina” sobre la base del “diálogo y el tripartismo”.
La historia de la CTA -fundada entre otros por el fallecido Germán Abdala y el ex jefe de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y de la central, Víctor De Gennaro- comenzó en 1991 luego de que sus principales dirigentes se fueran de la CGT por “el respaldo de sus jefes a las políticas menemistas”; el llamado “Encuentro de Burzaco” del 17 de diciembre de 1991 sería el puntapié inicial de una central que fuera la contracara de la CGT.
El 14 de noviembre de 1992 sesionó el “Congreso de los Trabajadores Argentinos” (así surgió la sigla CTA) en Parque Sarmiento (CABA), y se constituyó la central que, en sus orígenes, se conformó en especial con gremios del sector público alejados de la CGT, y que determinó la afiliación directa trabajadora y la votación directa de sus dirigentes.
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