Unidad y organización para los trabajadores

Unidad y organización para los trabajadores

Los despidos y los reclamos por la recomposición salarial marcaron la agenda sindical del año. El desafío de dar respuesta a los reclamos sectoriales en unidad.

Por Ignacio Cagliero.

Los gremios de Rosario y la región coinciden: no fue un buen año para los trabajadores. Las políticas económicas del gobierno nacional y la paralización de la obra pública golpearon de lleno en sectores como la metalurgia y la construcción, que sufrieron despidos y suspensiones. En tanto, otros gremios como Amsafé, o los estatales, mantuvieron peleas a dos puntas entre el recorte de Nación y los enfrentamientos con el gobierno provincial por las paritarias. Algunos sectores pudieron empatarle a la inflación, pero mantienen la incertidumbre respecto a qué pueda pasar durante el 2025. “Fue un año malo. A diciembre contabilizamos 600 mil toneladas de producción, que es la mitad de lo que hicimos el año pasado”, detalló Silvio Acosta, integrante de la Comisión Interna de Acindar, de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución. “Nuestro gremio está ordenado, pero sabemos que fue un año muy duro y difícil para todo el pueblo trabajador y los jubilados”, evaluó Alberto Botto, secretario general de Luz y Fuerza Rosario.

Esta semana los gremios que conforman la Intersindical Rosario realizaron una conferencia de prensa donde trazaron un balance de lo que deja el 2024 para el movimiento obrero organizado de la ciudad y la región. En el análisis, las pérdidas de puestos de trabajo y las suspensiones aparecen como una de las principales preocupaciones, así como también el impacto que eso genera en los indicadores crecientes de pobreza e indigencia. Distintos referentes gremiales dialogaron con Rosario/12 para dar cuenta de las acciones desplegadas a lo largo del año y realizaron un llamado a la unidad sindical para fortalecer los espacios de lucha.

En el caso de Luz y Fuerza, el año estuvo marcado por el poco diálogo con las autoridades de la Empresa Provincial de Energía (EPE). En el marco de un “plan de austeridad”, el gobierno provincial modificó el sistema de ingresos a la empresa estableciendo los concursos públicos, así como también el bono por eficiencia, entre otros aspectos que desde la Casa Gris tildaron de privilegios. El martes 24 de diciembre, el Ejecutivo informó cambios en las autoridades de la empresa: su titular, Hugo Marcucci, dejó su cargo y será reemplazado por Anahí Rodríguez, quien se desempeñaba como presidenta de Aguas Santafesinas. “Lo vemos como un cambio positivo”, sostuvo Botto. “La gestión de Marcucci fue mala. Nunca pudimos tener buen diálogo con el directorio”, añadió.

La Usina Sorrento notificó despedidos desde enero.  

 

El cierre de año encuentra al gremio en estado de alerta y movilización, luego de que las autoridades de la Usina Sorrento notificaran múltiples despidos entre sus trabajadores para enero de 2025. El gremio denunció la situación ante el Ministerio de Trabajo y realizaron un paro por tiempo determinado desde el 24 de diciembre, que cesó este jueves por medio de una conciliación obligatoria. “Vamos a ver hasta dónde llega la empresa con todo esto. Los telegramas alcanzan a casi la mitad de la gente que trabaja ahí”, explicó el referente gremial. Y agregó: “Nuestro gremio está ordenado, pero sabemos que fue un año muy duro y difícil para todo el pueblo trabajador y los jubilados”.

Por su parte, Antonio Ratner, titular del Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario, destacó los reclamos efectuados durante el año y la unidad lograda en el marco de espacios como la Intersindical. “El 2024 nos ha encontrado movilizados. Cada vez que se nos ha convocado para resistir los embates del gobierno nacional respondimos”, expresó. Los municipales no sufrieron despidos y las mejoras salariales caminaron a la par de la inflación. Lo que sí observan con preocupación es un “achique del presupuesto” en distintas áreas del municipio.

“Hay un ajuste fenomenal que se va a sentir en la prestación de los servicios que tiene el municipio”, evaluó el titular de los trabajadores municipales. Como ejemplo de eso, Ratner citó la situación de la salud pública, donde se incrementaron los niveles de consulta y atención, principalmente impulsados por el aumento de las prepagas a lo largo del año. “Mucha gente se quedó con la prestación básica y resuelve lo que es alta complejidad en la salud pública. Si a eso no le brindamos el presupuesto necesario para dar respuesta, vamos a tener un año complejo en materia de salud. Y eso aplica a otras áreas del municipio”, analizó. 

No sale un solo fierro

El último informe del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), correspondiente a septiembre, marca que la provincia de Santa Fe perdió 14.600 puestos de trabajo registrados desde noviembre de 2023. Para junio, las suspensiones alcanzaban a 11 mil trabajadores de 85 empresas de la provincia y desde entonces comenzaron a bajar: hoy hay 3.800 trabajadores suspendidos en 49 firmas santafesinas y más de la mitad pertenecen al rubro industrial metalúrgico de la seccional Rosario. Pero el panorama sombrío abarca a toda la región: a mediados de diciembre Acindar anunció la suspensión de 700 trabajadores en su planta de Villa Constitución, que quedó prácticamente paralizada por tercera vez en el año. En 2024 la firma bajó su nivel de producción a la mitad y hubo unos 300 operarios a los que no se les renovó su contrato en el último tiempo. 

“Fue un año malo. A diciembre contabilizamos 600 mil toneladas de producción, que es la mitad de lo que hicimos el año pasado. Esto es por el freno en la obra pública, pero tampoco hay obras privadas que estén demandando acero. Durante la primera parte del año había cierta expectativa en la empresa y se esperaba un rebote fuerte, pero ya va un año completo y vemos que no hay ventas. No sale un solo fierro”, evaluó Silvio Acosta. Para el 2025, los ojos del sector están puestos en lo que pase con la apertura de las importaciones y el posible ingreso de acero desde China y Brasil a precios más bajos. “Es algo que ya se está dando y las empresas van a querer competir achicando costos por el lado de los laburantes”, cuestionó.

El gremio de la construcción también sufre las consecuencias de la política económica nacional. La premisa “obra pública cero” dinamitó unos 150 mil puestos de trabajos registrados en todo el país dentro del sector. En la provincia de Santa Fe eso significó unos 8 mil trabajadores menos. “El gobierno nacional hizo desastres. No solo se pararon todas las obras, sino que se está destruyendo lo que ya se hizo porque ni siquiera hay tareas de mantenimiento”, cuestionó Sixto Irrazabal, el referente en Rosario de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra).

No obstante, sí destacan el acompañamiento del gobierno provincial y el diálogo con las carteras productivas. En el sindicato entienden que la puesta en marcha de tareas de bacheos, sumado a la reactivación de algunas obras puntuales, evitó que la sangría sea aún mayor. “Si se concretan algunas obras que están en carpeta, como la tercera mano de la autopista a Santa Fe, o la circunvalación de Venado Tuerto, creemos que vamos a tener un año mejor que este”, evaluó respecto al 2025. “También necesitamos que se mueva más lo privado. Las obras que se tienen que terminar en un año y medio se están haciendo en tres. Todos se manejan con precaución”, advirtió.

En el Estado

Para los docentes, el balance de año deja un sabor amargo. Por un lado, por los recortes implementados desde el gobierno nacional, como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) y el ajuste en recursos destinados a programas educativos e infraestructura. Pero por otro lado, el conflicto marcado se dio con el gobierno provincial por las paritarias. Desde Amsafé sostienen que la pérdida del poder adquisitivo en lo que va del 2024 alcanzó un 30%, un panorama que se agudiza con medidas como la modificación del régimen jubilatorio aprobado en la Legislatura, el descuento por los días de paro y la implementación de programas como Asistencia Perfecta, al que tildaron como “presentismo encubierto”.

“Hubo un ataque permanente hacia nuestro sector. Se desconocieron los ámbitos de negociación colectiva, se nos descontaron días de paro por reclamar por nuestros derechos, nos trataron de vagos y de faltadores. Eso fue una constante del gobierno provincial durante todo el año”, cuestionó Rodrigo Alonso, titular del gremio de los docentes públicos. “A pesar de eso, el sindicato mantuvo su organización y peleó en unidad. Hicimos 14 jornadas de reclamos que incluyeron concentraciones y movilizaciones en distintos puntos de la provincia. El gremio estuvo activo y con niveles de participación muy alto, pese a los aprietes, las amenazas y las difamaciones”, añadió.

En tanto, los estatales también cierran un año complejo. Desde ATE Rosario hablan de una “reprecarización” laboral bajo el gobierno de Milei. Es decir, si la situación ya venía mal en las gestiones anteriores, ahora se profundizó. Durante los próximos meses, unos 40 mil estatales de todo el país deberán rendir un examen de idoneidad que en el gremio leen como un ataque más hacia el sector. “Ya rindieron unos 4 mil trabajadores y más del 95% lo hizo bien”, sostuvo Lorena Almirón, respecto a los primeros números que maneja el gremio. Sin embargo, lo que más preocupa es el vencimiento de miles de contratos laborales el próximo 31 de diciembre. “Un montón de familias van a brindar sin saber si tienen trabajo o no”, remarcó la referente gremial. 

 

En la provincia hubo alrededor de cien despidos a partir del cierre o el achique de organismos nacionales que tenían diversas sedes en la provincia, como la delegación del Ente Nacional de las Comunicaciones (Enacom). “Había unas treinta personas que trabajaban en Rosario y fueron despedidas. Ese vaciamiento se repitió en otras áreas sensibles”, evaluó Almirón. “Fue un año en que se reprecarizó a los trabajadores, dejándonos con bajos salarios e incertidumbre laboral. Creemos que hay que poner un freno a eso con la mayor unidad de acción posible”, finalizó.

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