Es el caso de ATUR, que nuclea a los trabajadores no docentes, desde donde se le solicitó al flamante rector Fabián Calderón, que de una manera urgente se regularice la labor de sus afiliados en la Casa de Estudios y además se llame a paritarias para poder discutir mejoras laborales y salariales. Durante los más de 20 años que duró la gestión de Tello Roldán en la UNLaR, nunca se accedió a un reclamo de dicho gremio. Datos.
Según el sindicato, “es importante recordar que durante este año al finalizar el receso invernal, un gran grupo de trabajadores de planta permanente fue expulsado de sus lugares de trabajo, los mismos fueron enviados a sectores sin funciones reales”.
“Para reemplazar a los empleados se designó a innumerables Ayudantes de Cátedra quienes pasaron a cumplir funciones Administrativas, cuando se trata de una designación docente y su función debe ser en las aulas o en proyectos de investigación”, recordó ATUR.
El gremio afirmó que “esto constituyó un abuso laboral dañino tanto para los trabajadores no docentes como para las personas designadas como Ayudantes de Cátedra, pues por una magra remuneración se les exigía cumplir tareas administrativas durante siete horas diarias”.
También ATUR detectó que “muchos docentes eran obligados a realizar tareas administrativas como parte de extensiones creadas a tal efecto”.
“Quienes cumplan tareas como trabajadores no docentes deben ingresar mediante las reglas que establece nuestro CCT 366/06, y su remuneración debe ser acorde al trabajo realizado”, dijo Alicia Luna, secretaria general de ATUR.
Desde ATUR se pretende que “se regularice esta situación y que se de inicio a un proceso laboral libre y digno, cosa que durante 20 años fue imposible como consecuencia de una conducción dictatorial, donde utilizando el aval de sindicatos oficialistas se entrego la dignidad de los trabajadores”.
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