La Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA) cuestionó “mentiras” y “ataques” al gremio de parte del presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, en el marco de las negociaciones salariales.
La Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA) cuestionó “mentiras” y “ataques” al gremio de parte del presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, en el marco de las negociaciones salariales.
La organización se pronunció a través de una declaración pública, con la firma de su encargado de Comunicación, Ricardo Calcabrini, en la que ratificó su “inclaudicable vocación al diálogo y el respeto mutuo”. El texto se transcribe en forma completa a continuación:
MIENTE, MIENTE QUE ALGO QUEDARA…
La frase completa es: “Miente, miente que algo quedara. Cuanto más grande sea la mentira, más gente la creera”. ¿Quién la dijo? Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitler…
Un horror que, lamentablemente, se fue consolidando en la mente de aquellos que necesitan de la mentira para tratar de justificar sus injustificables posturas.
El señor Fernando Rivara, presidente de la Federación de Acopiadores (@Federación de Acopiadores) es, pareciese, un cultor de esa deplorable actitud.
En un lenguaje de impostada y vulgar cortesía, ataca a URGARA de una manera artera, mentirosa y primitiva.
Sin ningún tipo de pudor, nos caratula de “…gente patética…”, “adictos a la mentira…” y que, además, “…está cansado de esta gente…”. Y sostiene, muy suelto de cuerpo, que no comprende la actitud del gremio “…en medio de la negociación…”.
O sea que debemos aceptar mansamente que diga la cantidad de barbaridades que dijo y ¡qué paradójico!, somos nosotros, cuando peleamos por mejores salarios, los que trabamos las negociaciones. Cuando, en realidad, hace meses venimos luchando por la dignidad de los compañeros de Acopio. ¡Qué manera artera y bochornosa de tergiversar la realidad!
Dice que hacemos todo para “perpetuarnos en el poder”. Señor Rivara: debería usted saber (de hecho, lo sabe), que nosotros somo la libre expresión del voto de los trabajadores y son los mismos trabajadores, los que ponen y sacan comisiones directivas, si sienten que no son representados con lealtad y honestidad. Los trabajadores, elegimos a la dirigencia de manera clara y transparente, nunca en una mesita pequeña de pocos, entre pocos y entre gallos y medianoche. Comprende, ¿verdad?
Cuando decimos que especulan con el dinero del bolsillo del trabajador, es porque, sencillamente lo hacen. O, acaso, lo guardan bajo el colchón durante los largos meses que dura la negociación. No nos subestime, señor, tenemos más información de la que usted pueda imaginar.
¿No le exigen, acaso, al gobierno más dólar soja? Usted dice que no, nosotros decimos que sí. Un breve repaso por cualquier medio nos indicará quién miente y quién no. Sencillo y simple.
Si, como usted dice, defienden a sus trabajadores: ¿por qué no le aumentan el salario en tiempo y forma para que no se deteriore el poder adquisitivo? Porque no les interesa hacerlo. Porque sólo con la presión de la organización de los trabajadores, ceden a regañadientes. Cuando no queda otra opción. Por eso está cansado de esta gente. Porque lo ponemos frente al espejo de su propia insensibilidad.
Cuando uno miente, está dañando a la verdad, tan simple, profundo y destructivo como eso…
Nosotros decimos, sencillamente, nuestra verdad. Ocurre que ciertas verdades tienen, para aquél que miente, una claridad intolerable.
Con la ominosa arrogancia de un orillero -como decía el gran Borges-, dice estar cansado de esta “inmundicia”. ¿A cuál se refiere? ¿A la inmundicia de mentir, postergar y hacer sufrir a la familia del Acopio por algo que le pertenece? Nosotros también.
No hay mejor defensa que un buen ataque, dicen los que aman el arte de la guerra (Sun Tzu). Lo hacen en busca de herramientas o técnicas para destrabar una situación. No para embarrarla y tratar de justificar un accionar absurdo.
Nosotros no creemos en aquel mandato maquiavélico de que “el fin justifica los medios…”, porque ser maquiavélico significa ser astuto y engañoso para mantener una postura o poder.
De todos modos, queremos creer que fue usted víctima de un momento de ofuscación. A cualquiera nos puede pasar. Bien sabe que, a pesar de lo ocurrido, URGARA mantiene su inclaudicable vocación al diálogo y el respeto mutuo.
A los trabajadores -repase usted la historia-, nos mueve el amor, no el odio, el resentimiento, ni la inmundicia. En todo caso, citando a Neruda, tratamos de que el mundo sea digno para todas las vidas humanas, no sólo para algunos…
Lic. Ricardo A Calcabrini
Encargado de Comunicación URGARA
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