Mientras el salteño insiste en transitar en la cada vez más angosta avenida del medio, su pata sindical se desvanece. Como en 2015 Viviani apostó por un candidato sin proyección.
Juan Manuel Urtubey no se resigna y mientras sus pares de Alternativa Federal parecen estar cada vez menos convencidos de esa angosta tercera vía, él busca llegar a las PASO. El salteño invita a Roberto Lavagna, critica a Sergio Massa, negocia con Juan Schiaretti y hasta le manda mensajes a Miguel Ángel Pichetto.
Su persistencia como candidato, empujado por no tener chances constitucionales de ir por un nuevo período en Salta, parece contrastar con la realidad. Es que en el último mes se lo vio más cerca de Mauricio Macri que de cualquier dirigente de la oposición y su figura no levanta entre los que no optan por el oficialismo.
En ese contexto, de suma debilidad, su escuálida pata sindical parece estar a un paso de desgranarse. En las últimas horas desde el entorno de Omar Viviani, principal pilar entre los dirigentes gremiales de la aventura electoral del salteño, reconocen que no hay mucho margen y que podría ser cuestión de días su salida del espacio.
La decisión del tachero de jugar con Urtubey había sido acompañada sólo por Norberto Di Próspero (Legislativos), Roque Garzón (Empleados de farmacia) y el ex Smata, Oscar Romero, que en la práctica ya no tiene un armado gremial para poner a disposición.
Todo indica que la suerte del líder taxista, como en 2015 cuando apoyó al entrerriano Sergio Uribarri que no llegó ni a las PASO, va a estar más temprano que tarde detrás del candidato de unidad del peronismo, camino que apuntalan desde Azopardo, aunque todavía la decisión está abierta.
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