El conflicto se originó cuando Vicentin abonó solo el 30% de los salarios de febrero, lo que llevó al sindicato a iniciar una huelga nacional el pasado miércoles. La medida fue suspendida temporalmente por una conciliación obligatoria dictada por el gobierno, pero se mantuvo en las plantas de Vicentin debido al incumplimiento en el pago completo de los sueldos. 

Martín Morales, secretario gremial del SOEA, señaló: "Estamos dispuestos a trabajar siempre que nos paguen. Queremos sacar esto adelante". Además, enfatizó que la empresa abonó el 75% de los salarios adeudados y se comprometió a saldar el 25% restante el próximo miércoles. 

La situación de Vicentin es compleja desde que entró en cesación de pagos por más de 1.000 millones de dólares en 2020, lo que la llevó a un concurso de acreedores. Pese a ello, la empresa continúa operando mediante el alquiler de sus instalaciones a otras firmas del sector.