El secretario general del Sitraic reunió a un grupo nutrido de delegados que comenzaron a transitar el camino de la representación sindical en diferentes obras. Hablo de “recuperar la tradición de un sindicalismo que no sea ni entregador ni traidor ni sumiso ante el poder político”.

“Es un gran desafío para las nuevas generaciones del Sitraic que se incorporan a la vida sindical en este primer paso de ser elegidos por sus compañeros”, aconsejó el experimentado dirigente. “Ser delegado no es defender los intereses personales, sino del conjunto”, advirtió.

Recalcó en varias oportunidades que la Argentina atraviesa “la peor crisis de su historia” y que “un gran porcentaje de trabajadores está precarizado, flexibilizado” y “en condiciones muy malas y con un atraso salarial brutal que hace la necesidad” de que la organización sindical sea “una herramienta y no un aparato”. Fuerte críticas hacia el sindicalismo puertas adentro. “La democracia sindical es la única manera de que los trabajadores recuperemos el poder necesario frente al poder económico, de los negocios y la vulnerabilidad de la política que auspicia de cómplice y el ajuste”.

“Nosotros no creemos en el repliegue, esto de hacer declaraciones testimoniales y después por la puerta de atrás de la Casa de Gobierno ir a suplicar seguir manteniendo prebenda, nosotros no creemos en eso”, critica.