El legislador bonaerense Gustavo Pulti se reunió con el diputado nacional Hugo Yasky y le entregó un proyecto para que se desconozca el convenio que apunta a regular la pesca en aguas internacionales.
El legislador bonaerense de Unión por la Patria Gustavo Pulti pidió hoy al Congreso nacional que rechace el convenio de la ONU firmado por la canciller Diana Mondino que apunta a regular la pesca en aguas internacionales, ya que a su entender compromete la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas y los espacios marítimos circundantes.
El presidente de la comisión de Intereses Marítimos, Portuarios y Pesca de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires aseguró que dicho acuerdo va “en contra de los legítimos intereses argentinos en Malvinas y en el mar”.
Se trata del «Acuerdo en el Marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativo a la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional» al que adhirió el Poder Ejecutivo Nacional el 19 de julio pasado.
Pulti entregó el proyecto que presentó en la Legislatura bonaerense a las comisiones de Relaciones Exteriores y Culto y Agricultura, Ganadería y Pesca de ambas Cámaras del Congreso de la Nación.
Además, se reunió con el diputado nacional de Unión por la Patria Hugo Yasky, de quien dijo que “asumió una actitud de compromiso total y se dispuso a impulsar una ley desechando el tratado”.
“Coincidimos con él en la importancia de Instar al Congreso a desechar el tratado y evitar que nuestro país sea víctima de un ardid típico de Gran Bretaña”, comentó sobre el encuentro con el legislador kirchnerista y líder de la CTA de los Trabajadores.
El ex intendente de General Pueyrredón advirtió que el convenio incluye “un reconocimiento del Reino Unido como estado ribereño que impacta directamente en contra» del derecho argentino.
«Esto quiere decir que las medidas que se implementen en el territorio no podrán ser cuestionadas por la República Argentina, debido al poder multilateral, no nacional, que crea el acuerdo y fundamentalmente a la cesión del carácter ribereño para el país ocupante, es decir para Gran Bretaña», protestó.
Según Pulti, esto “puede significar un nuevo retroceso en nuestra capacidad de ejercer la defensa soberana de una zona en la que el Reino Unido está apropiándose de ingentes recursos que pertenecen a la Argentina, como claramente sucede con la pesca y con la planeada extracción de petróleo”.
“No es casual que ese acuerdo, invocando la Convención del Derecho del Mar de 1982, haya sido impulsado por ciertas organizaciones ambientalistas que responden claramente a los intereses británicos», reparó.
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